Fracaso de implantación
El fracaso o fallo de implantación es un término técnico que se refiere a la situación en la cual después de múltiples intentos (clásicamente 3 o más) de transferir un embrión en una fase temprana del desarrollo (días 2, 3, 4 o 5) no se consigue un embarazo.
En primer lugar hemos de poder distinguir entre lo que podría conocerse como abortos de repetición y fracaso de implantación. En el aborto de repetición se parte de la premisa de que se debe conseguir un embarazo, aunque este no sea evolutivo. El estudio del aborto de repetición lo hemos desarrollado en otro punto (click aquí).
Volviendo al fallo de implantación, en un primer abordaje se debería realizar estudio de los cromosomas (cariotipo) de la pareja, de la anatomía de la cavidad uterina y de las trompas de Falopio, para descartar causas genéticas o anatómicas del fracaso de implantación.
En este punto, muchas guías de reproducción asistida dan por bueno el estudio inicial, y se reemprende el ciclo de una nueva fecundación in vitro (FIV) con el fin de obtener más ovocitos para fecundar, y más adelante repetir la transferencia de los mismos. Huelga decir, que en todos los centros acreditados con profesionales dedicados a la reproducción asistida, se deberían seguir los protocolos validados por grupos de expertos en el diagnóstico y tratamiento del fracaso de implantación. No obstante, y sin ser una constante, podemos encontrarnos con pacientes que a pesar de tener un primer estudio normal, persisten con el problema del fracaso de implantación.
Así pues, existe la posibilidad de que otras causas (ni anatómicas ni genéticas) puedan influir en el éxito de esta práctica. Debido a ello, diferentes grupos de estudio han desarrollado el ámbito científico de la inmunología reproductiva para poder dar explicación a estos problemas.
La inmunología reproductiva es un nuevo concepto del cual muy pocos centros en todo el mundo podrán darnos una visión real y pormenorizada. Dentro de esta especialidad, existen dos conceptos poco extendidos pero no por ello menos importantes. Estos serían: la autoinmunidad y la aloinmunidad.
El concepto de autoinmunidad reproductiva lo hemos desarrollado en otras entradas del blog (click aquí). La aloinmunidad reproductiva es una variante mucho más novedosa y compleja de explicar. No obstante, a grandes rasgos podría tratarse de los fenómenos de reconocimiento materno-paterno (entre el óvulo y el espermatozoide) con el consiguiente producto (zigoto que evolucionará hacia embrión) que tiene que ser reconocido como propio por la decidua (cubierta del endometrio) del útero materno. Es en este paso donde las bacterias que estén de forma comensal y beneficiosa sobre la decidua materna, juntamente con los mecanismos de inmunidad innata de la madre, jugarán un papel determinante en el correcto reconocimiento del embrión. Y si, por alguna razón lo reconocen como extraño, las propias células de defensa de la madre atacarán el embrión impidiéndole implantarse correctamente en el útero, dando lugar en ocasiones a un embarazo no evolutivo (aborto) o a un fallo de implantación.
Para este primer abordaje hemos introducido términos complejos como las bacterias propias de la madre (microbiota) o las células de defensa innata de la madre (inmunidad innata), que desarrollaremos en otros capítulos más adelante. A pesar de ello, será clave que vayamos conociendo el significado de la aloinmunidad reproductiva para explicar problemas como los abortos de repetición o el fracaso de implantación, que pueden motivar múltiples intentos de fecundación in vitro (FIV) y transferencia de embriones sin éxito.